Ella será.

Como diría la canción, "No siempre son mariposas y arcoiris".
Pero al menos, intento transformar las vivencias en algo parecido a aquello.

lunes, enero 26, 2009

Capítulo I



La televisión es una buena compañía, o por lo menos para mi siempre lo ha sido sobre todo ahora, que mis vacaciones comenzaron.
Esta vez no fué distinto, el televisor prendido en algún canal que no recuerdo.
Y yo, sola en casa como de costumbre vacilando de un lado a otro mientras ideaba
un plan maquiavelico para suicidarme. Varias ideas vinieron a mi mente en ese instante.

1.- Lanzarme a las líneas de metro.
NO, estúpida idea, típico y escandaloso ¿Por qué debía
enterarse todo el mundo que mi vida no valía mucho para mi?

2.- Ahorcarme en el baño.
Si, creo que sería algo rápido pero un tanto desesperante, aunque... no sería una agradable sorpresa para mis padres. Ya lo imagino, mi madre entra corriendo como de costumbre a la casa porque no puede retener mucho líquido en su maldita vejiga, y PUM! su querida y olvidada hija con un rostro fantasmal mientras su cuerpo se menea de un lado a otro.
¡Que fea última impresión de mi cadaver!.
Ok, idea borrada de mi lista.

3.- Cortarme las venas.
Y cómo diablos se hace eso? El corte hacia arriba, abajo, diagonal, horizontal?. Además procurar que mi rabia no corte mi brazo por completo para evitar que mi mano salte por la ventana cayendo en la cabeza de mi loca y chillona vecina. Je, ahora que lo pienso, sería bastante entretenido ver por última vez a mi vecina mientras chilla, pero esta vez por una verdadera razón ¡Una mano ensangrentada en su cabeza! Aunque... yo estaría agonizando mientras espero mi muerte y no podría concentrarme en la entretenida escena. ¡Pero vamos! ¿Cómo haría que eso sucediera?
Mmmm, otra idea descartada.

4.- Sobredosis
Si, lenta pero no dolorosa, como caer en un sueño mientras mueres completamente vomitada.
Creo que si, lo haré.


Caminé lentamente al baño del segundo piso, mientras se escuchaba en la tv un comercial que me causó risa ya que resultó bastante paradógico: "piensa positivo".
Ya en el baño, abrí la caja en donde guardaban medicamentos. Y.. ¡RAYOS! sólo encontré
pastillas para el dolor de cabeza, antialérgicos y UN relajante muscular (Si, sólo una estúpida cápsula). Nisiquiera suicidarme me salía bien, si pudiera apuntarme mientras canto una canción que me humille paraluego gritarme "perdedora" lo haría.

Desanimada por mi intento fallido me encontraba otra vez en el primer piso, sin mucho que hacer, me senté frente a la tele. Pasaban un capítulo repetido de mi serie favorita "ER", traté de ponerle atención pero mis párpados se cerraron automáticamente.

.. Soñando ya con mi príncipe negro, un fuerte golpe en el piso de mi habitación arrancó la bella imagen de mi subinconscientecerebral despertando de un salto. Acomodé mi cuerpo en el sillón.
-Papá? Mamá?- Para confirmar que habían llegado a casa pero no tenía idea de qué hacían en mi recamara. Al no oir respuesta miré el reloj y noté que eran apenas las 5pm y ellos hacían acto de presencia a eso de las 8.OO, 8.3O pm.
¿Qué pudo haber causado ese ruido? El viento? No, no pudo haber sido, todas las ventanas estaban cerradas porque había olvidado ventilar la casa en la mañana.
-Que extraño- Hablé para mi misma, pero ya no le presté demasiada atención a lo ocurrido. Mientras intentaba conciliar mi sueño para reencontrarme con el príncipe negro... nuevamente el golpe en mi habitación, pero esta vez más fuerte.. mire en dirección al techo y el escalofriante golpe una y otra vez, ¡una y otra vez!

-Ok, ok, relájate, ni la menor idea de qué pueda ser, pero tu corazón se está acelerando de más-
Los golpes cesaron. Me puse de pié, armándome de valor e intenté subir, pero no pude llegar más allá que el primer escalón de la blanca escalera. Daba igual, ya no había ningún sonido ¿para qué iba a subir? (cobarde), apenas di un paso atrás para volver al sillón y el maldito golpe hizo presencia otra vez...

-¡AAAAAAAAAAAARGGGGGGGGG MIERDA!- volví de nuevo a luchar contra mi miedo y logré subir hasta el segundo escalón mientras cantaba en voz alta para alivianar el suspenso. Paso a paso, lentamente avanzaba. Cuando estaba frente a la puerta de mi habitación, tomé la manilla, la giré con cuidado... los molestos ruidos cesaron... la manilla llegó a su tope y abrí la puerta de un fuerte empujón

No había absolutamente nada, claro, si dejamos pasar el pequeño detalle de que mi alcoba estaba completamente destruida. Las orillas de mi cobertor se encontraban quemadas, mis cuadernos y colecciones de libros en el suelo con todas sus hojas rotas y repartidas a lo largo de mi habitación, ¡todo estaba fuera de lugar!

..Aún quedaban vestigios con olor a humano.

¿QUÉ DIABLOS PASÓ POR AQUÍ?..