Hoy me pasó algo muy, muy extraño.
Mientras caminaba en dirección al metro y sentí que todo el mundo avanzaba en sentido contrario al mío. Al principio sentí miedo y creí que algo estaba por pasar, pero no era así. Fue ahí donde comencé a observar el rostro de cada persona que se cruzaba en micamino, y fue como si cada uno, con tan solo mirarme, susurrara a grito la necesidad de ayuda, entonces pensé: Al parecer no soy la única con problemas (cosa que realmente tenía claro, pero que nunca había pensado en profunidad). ¿Cómo sería posible que por cada cabeza humana hubiera una historia tan distinta a la mía? asdasdasdasd
No hay comentarios:
Publicar un comentario