Pájaro

Em trataba, como de costumbre escribir una canción nueva para su carpeta de colección.
Esperaba junto a la ventana de la sala, que entrara esa bendita inspiración que tanto amaba, pero esta vez tardó mucho más en llegar.
Sentada sobre la silla de mimbre y apoyada en el antiguo escritorio de su difunta abuela, sostenía el lápiz en su mano mientras jugueteaba con un mechón de su negro cabello que a su vez, caía sobre la hoja en blanco.

Em era blanca, tan blanca que su piel fácilmente podía compararse con la nieve. De ojos negros, grandes y profundos y de facciones torpes, torpes en comparación con las hermosas y perfectas facciones de su hermana, que em, nunca se había detenido a observar realmente. Cabello largo, el cual siempre llevaba libre, odiaba llevarlo atado ya que pensaba que el tirante tomate que a su madre le gustaba que llevase, irrumpiría con alguna brillante y loca idea de esas que siempre venían a su mente. Su cuerpo era tan fino, que resultaba casi invisible para cualquier persona que caminase junto a ella, aunque a em le agradaba bastante la idea de ser invisible.

-Creo que hoy no es un día como para agregar una nueva hoja a mi carpeta-
Dejó el lápiz sobre la hoja aún intacta y se levantó de su silla.
Camino hacia la ventana para poder contemplar el paisaje y quedó tan cerca de la ventana, que empañó el transparente vidrio con su respiración.
Al notar el vidrio empañado, levantó su mano, apoyó su dedo contra la ventana y dibujó un pájaro mientras decía - Tu te llamarás Tay, serás tan fuerte, que podrás enfrentar las tormentas de la naturaleza aún así continuando tu vuelo en perfectas condiciones, podrás tener esa libertar que tanto deseo y amarás volar libre por los aires tanto como yo te amo a ti- Continuaba hablando frente al dibujo del pájaro, que al mismo tiempo que em inventaba su vida, éste desaparecía con el contacto del aire.